Perianes + Quiroga: Deuda Bien Saldada
Si desprevenido lee online “Compre este disco” y lo deja pasar creyendo que es publicidad; recapitule, relea y compruebe que no es un aviso sino una crítica excepcional a un disco excepcional, uno que definitivamente “merece comprarse”. Se trata de la primera grabación de los quintetos con piano de Enrique Granados y Joaquín Turina por jóvenes intérpretes españoles de alto vuelo, una deuda pendiente del presente para recuperar un tesoro olvidado del pasado cercano. Y resulta ser un disco que dicho en “español” es una “preciosidad” por la música que encierra y como está interpretado y que, debe aclararse, está totalmente alejado de todo preciosismo y afectación. Una lectura frontal, espléndida, rica, auténtica de dos obras demasiado poco frecuentadas del inagotable y aún por explorar catálogo de maravillas de la música de cámara.
Separados por una década en su composición, ambos quintetos marcan la consagración tanto de Granados como de Turina que anuncia la entrada de dos notables al ruedo y que, en esta oportunidad, lo celebra reuniendo a dos de los mejores exponentes de la España actual, el pianista Javier Perianes y el Cuarteto Quiroga, una combinación perfecta que debe repetirse y pronto, en discos o escena. Es un tributo devocional de jóvenes españoles a dos grandes de su música: un lujo.
Es un recital hipnótico, adictivo que pide por mas y mas audiciones para descubrir en cada una, una nueva faceta. El Granados que inicia el compacto se adelanta a la celebración del centenario del compositor el año entrante. De 1894, este quinteto del leridano que “ambicionaba ser el Brahms y Saint-Saens español” posee una contundencia y lirismo irrefrenables, la embestida schubertiana del allegro queda reducida a un mágico andantino que en manos de los intérpretes adquiere connotaciones tanto mas oníricas, seguido por un tercer movimiento que rivaliza con el mejor Schumann y Dvorak. Es una pieza magistral resuelta a brochazos y filigranas, ideal para el temperamento de Perianes y el Quiroga.
Pero la verdadera sorpresa en este cofre llega con el Turina, ese Opus 1 que juzgó digno de catalogar como primero, que fuera premiado en el Salón de Otoño por Fauré, Magnard y D’Indy y a cuyo estreno parisino de 1907 asistieron Albéniz y Falla. Claro reflejo de las tendencias cíclicas de César Franck aprendida en su Schola Cantorum, se inicia con una Fuga que será tema subyacente de toda la obra; de una belleza evocadora, envolvente y antigua, de hecho, basada en un canto gregoriano, el contrapunto del Scherzo que sigue al poético Andante posee un carácter y originalidad superlativos.
De una expresividad sencilla y profunda donde apenas se adivina el elemento español que surge recio o juguetón sólo por momentos y nunca pintoresco, el quinteto del sevillano permite gran lucimiento al primer violín y la viola en el último movimiento al que se acopla el piano en franca competencia virtuosa. Sólida, fresca, clásica e ingeniosa parece hecha a la medida de los cinco intérpretes que en su juventud encarnan las del andaluz y del catalán que falleciera a los 49 años en el naufragio del Sussex torpedeado en el Canal dela Mancha.
El recital se completa con Calíope, la novena pieza de Las musas de Andalucía de Turina dedicada a Joaquín Rodrigo en 1942. Una propina con la ensoñación requerida para dejar al oyente como suspendido en el aire.
Se hizo justicia, Perianes – en su primera soberbia colaboración discográfica camarística – y el Quiroga – otro nuevo eximio cuarteto para seguir – saldan la deuda con sus compatriotas con un disco donde tanto compositores como intérpretes confirman las virtudes de una juventud prodigiosamente madura. Una excelente sorpresa que valida aquella recomendación del crítico “Compre este disco”. No se arrepentirá.
* GRANADOS: Quinteto op.49. J. TURINA: Quinteto op.1. Caliope, Javier Perianes. Cuarteto Quiroga. HARMONIA MUNDI HMC 902226