Ivan Fischer, lo que Mahler me dice…

 

A estas alturas, cada nueva grabación de Ivan Fischer al frente de su Budapest Festival Orchestra justificadamente despierta las mas altas expectativas. Hay razones, la mas importante es la presencia del director húngaro en el podio cuya personalidad garantiza lecturas esenciales, significativas, de alto vuelo frente a la analítica homogeneidad reinante. Con Fischer, ya es lugar común afirmarlo, se tiene un líder a la antigua cuyas versiones pueden antagonizar pero siempre despiertan admiración por su coherencia y fidelidad al material escogido. A eso se suma una orquesta magnífica que le responde como un sólo hombre.

Entre las últimas joyitas de un legado que crece sin parar, la grabación de las sinfonías de Mahler ocupa un lugar preferencial. Con excepción de la Séptima y Octava, el resto ya ha sido registrado. Le toca ahora el turno a una flamante Tercera, y la buena noticia es que quizá sea la mejor de un ciclo que ya viene precedido por espléndidas Primera y Cuarta por citar sólo dos. Y la palabra es espléndida, la define como ninguna. La competencia es feroz – hay alrededor de 120 grabaciones completas – empezando por Bernstein y terminando con Abbado con las versiones, entre tantas recomendables, de Haitink, Salonen, Tennstedt, Boulez en el medio y sin olvidar la legendaria de Horenstein. Lo cierto es que la mas extensa de las sinfonías mahlerianas en sus manos se hace demasiado breve, y no por los tempi sino por la liviandad y transparencias características de Fischer que comparte con Mahler su judaísmo y raíces austro-húngaras, y por ende, aunque no necesariamente, especial identificación.

Sumergirse en la sonoridad que logra Fischer y su BFO – vaya especial felicitación a los ingenieros de sonido – es vivir la Ensoñación de una mañana de verano a la que se refiere Mahler y que fuera su intención primera como título de la sinfonía. La limpidez del aire, los colores vívidos, la fluidez de la Naturaleza y los ecos lejanos asi como la raigambre folklórica y los guiños a Grieg, Liszt y los rusos. Las seis propuestas mahlerianas – irrumpe el verano, lo que las flores me dicen, lo que los animales me dicen, lo que el hombre me dice, lo que los ángeles me dicen y lo que el amor me dice – son respondidas por Fischer que alquimista total lo devuelve como lo que Mahler me dice. La conversación entre las diferentes secciones de la orquesta sorprende y fascina, la música fluye con una naturalidad innegable, toda la sinfonía “respira”, es ese universo total al que se refería el compositor.

Lo misterioso sigue ahí, críptico pero sin oscuridad, es misterio puro, es el misterio de la música donde la canción de medianoche halla resolución y la trompa de postillón viene de otra dimensión. Aquí hay niñez, adolescencia, juventud, recuerdos que se corporizan en música y hasta la anunciación y nexo con la próxima, esa Cuarta coronada con la Vida celestial que se adivina, se dibuja en tantos momentos del movimiento coral de la Tercera. Esa radiante aura que plasma en esta Tercera conduce directamente a la Cuarta que entonces emerge como lógica continuación.

El O Mensch se inscribe en este enfoque, íntimo, sugestivo, claro y por sobre todo, esperanzado, las negruras de Nietszche quedan superadas. Gerhild Romberger es una solista luminosa, sin las angustias de otras con instrumentos mas poderosos, aqui su voz llega como otro bálsamo más. El coro de niños Cantemos y el de la Radio Bávara siguen esa misma línea, angelical pero no dulzona, jamás almibarada sino fresca y directa. Sublimada como en el último movimiento, ese Adagio transformado en un gigantesco arco que cala en lo más hondo, que llega exaltado, sencillo y pleno de la emoción mas incandescente. Tan incandescente como los dorados de Klimt y sus paisajes veraniegos junto a los lagos que ambos creadores solían frecuentar.

En síntesis, una versión esencial, que resulta ideal como primer acercamiento al mundo del cuerno mágico de la juventud y asimismo reveladora y reconfortante a los sabihondos sabuesos mahlerianos. Imperdible.

*MAHLER, TERCERA SINFONIA, I.FISCHER, BFO, CHANNEL CLASSICS CCSSA38817