Marlis Petersen y el eterno femenino

Un recital admirable desde todo ángulo, planeado con originalidad, inteligencia y gusto exquisito por la soprano Marlis Petersen y su espléndido partenaire Jendrik Springer.  Y si el título Goethe Lieder evoca clásicos del Lied o las inolvidables entregas de Dietrich Fischer Dieskau, Hermann Prey, Brigitte Fassbänder, Elly Ameling, Arleen Auger o Thomas Quasthoff dedicadas a poemas del alemán por Schubert (o Hugo Wolf), éste da un paso más allá – como hicieron Dawn Upshaw y Richard Goode – para lanzarse a la búsqueda del elusivo, inasible, fundamental “Eterno femenino” del príncipe de los poetas.

Hilvanan el opulento menú – y a manera de pausas que actúan como «limpiador de paladar» – seis versiones de la segunda Wandrers Nachlied (Canción nocturna del caminante) compuestas por  Robert Schumann, Franz Liszt, Nikolai Medtner, Charles Ives, Wilhelm Kempff y Hans Sommer, las últimas dos en estreno discográfico mundial.

Las seis enmarcan una fascinante exploración a través de las mujeres de Goethe – Margarita no aparece plasmada por Schubert sino por Richard Wagner y Hans Sommer, Mignon (Wilhelm Meister) por los clásicos Hugo Wolf, Schubert, Schumann pero también por el holandés Alphons Diepenbrock y  Tchaicovsky; además de Schubert, Suleika (Marianne von Millener) está representada por Fanny Mendelssohn-Hensel, Klärchen (Egmont) por Liszt y luego por Walter Braunfels y abriendo el programa, Stella por Ernst Krenek.

Otra premiere mundial es el notable monólogo de Helena de Troya (Fausto) por Manfred Trojahn que además muestra por qué la cantante triunfó reemplazando a Natalie Dessay como Ofelia en el Metropolitan Opera para días después deslumbrar como Lulu.

La versátil soprano alemana – que encarnó la Medea de Aribert Reimann y la Afrodita en Fedra de H. W. Henze – domina cada estilo y la pureza de su instrumento conquista en el lirismo romántico al igual que en las arduas líneas de sus contemporáneos, vertidas con una precisión y limpidez ejemplares, tan ejemplar como el balance del programa cuyo interés y ritmo no decae al combinar lo ignoto con lo familiar. A través de doscientos años en pos de aquello que ilumina y completa la existencia, la rueca de Margarita preanuncia la de Senta y la Klärchen del «degenerado» Braunfels al ruiseñor de Los pájaros. La serenidad de Liszt cierra la puerta con el consuelo de “…pronto, también descansarás».

Impecable en concepto y realización, recomendado al amante del género y al curioso que tampoco saldrá defraudado☼

☀GOETHE-LIEDER, DAS EWIG WEIBLICHE, PETERSEN-SPRINGER, HMC 902094