Marie-Nicole Lemieux aborda los clásicos

No es éste otro de los acostumbrados recitales de las soberbias mezzosopranos líricas de hoy, esos quedan para mas adelante y cerca del fin del año, amenazan con ser muchos. Hoy irrumpe nuevamente Marie-Nicole Lemieux para reverdecer la gloria de la contralto en un campo donde tiene pocas rivales. Esta última entrega dedicada al clasicismo de Mozart, Haydn, Gluck y a Carl Heinrich Graun con Del mio destin tiranno, gran aria de la ópera Montezuma prosigue la notable seguidilla de sus registros.

Si se ha perdido la costumbre de escuchar el rondo de Sesto de La clemenza di Tito o el Voi che sapete del Cherubino de Nozze de Figaro con el vigor y opulencia de ese registro, he aquí la oportunidad que llega casi como curiosidad.

Desde el lamento de Constanza de L’isola disabitata al aria y escena de Clitemnestra en Iphigenie in Aulide sin olvidar el Farnace del Mitridate mozartiano que abre el recital, se está frente a otro atractivo, bien pensado programa de la joven canadiense enmarcada impecablemente por Les violons du roy de Bernard Labadie.

La escena de Ombra felice K255 de Mozart rivaliza en fiereza con los apasionados exabruptos de Giuditta en La betulia liberata donde el filo oscuro de su timbre se complementa magnífico con las cuerdas. Lejos de la sedosidad imperante aunque musicalmente no menos exquisita, en Lemieux se une personalidad, técnica y un histrionismo que parece ir de la mano con su color vocal. Un talento que crece☼

OPERA ARIAS, LEMIEUX, LABADIE, NAIVE V 5264