Wagner 200 y un pasado de colección
Aprovechando el bicentenario y los sesenta años de su orquesta, la Radio de Munich edita un volumen Wagner con valiosas grabaciones de archivo pertenecientes a la década del 60 para deleite del coleccionista.
Dos discípulas de la célebre Franziska Martienssen-Lohmann inician el programa cantando Elisabeth de Tannhäuser: Ingrid Bjoner, la notable soprano noruega – no tan recordada como debiera – a cargo de un espléndido Dich teure Halle seguido por una madura, todavía ideal Elisabeth Grümmer en la plegaria Allmächtige Jungfrau, de uno de sus personajes referenciales. La revelación del disco es la Elsa de Martina Arroyo, de un caudal y luminosidad apabullantes mientras una Anja Silja de veintiséis años aborda con su intrepidez característica la Balada de Senta, uno de sus roles triunfales en Bayreuth y en el dúo con Daland por el incomparable Gottlob Frick.
Más que el conocido Wotan de Theo Adam y el descarnado Hagen de Josef Greindl, practicamente una «costumbre en Bayreuth», otras dos joyitas de la edición son los monólogos de Hans Sachs por Franz Crass, de una naturalidad y profundidad conmovedoras.
Algo limitado es el Lohengrin de Rudolf Schock asi como la virginal pero helada muerte de amor de Isolda por Catarina Ligendza grabada en 1971, tres años antes de su asunción del rol bajo Carlos Kleiber en las legendarias veladas de Bayreuth.
La orquesta de la radio muniquesa responde ejemplar a las órdenes de Kurt Eichhorn, Arnold Quennet, Fritz Rieger y Horst Stein la orquesta. Excelente remasterización sonora y como siempre jugosas notas del crítico Thomas Voigt. Recomendado a coleccionistas; especialmente por Arroyo, Bjoner, Grümmer, Greindl y Crass.
* GREAT WAGNER VOICES, BR KLASSIK 900310
Otra recopilación de voces wagnerianas, ésta es en seis cedés de la Deutsche Grammophon; un loable intento de reconciliar figuras del pasado con otras más cercanas que no siempre acaba con éxito debido a las tremendas diferencias en la calidad sonora de los registros que abarcan el período 1921-1971, es decir, medio siglo de canto wagneriano.
En acertado orden cronólogico de composición desfilan escenas y «bloody-chunks» de todo el tradicional canon wagneriano al que se suman Rienzi y las Wesendonck Lieder. Como era previsible hay imperdonables ausencias pero también bienvenidas sorpresas: la flamígera Elisabeth de Leonie Rysanek en 1955, los «definitivos» Holandés, Sachs y Wotan de Hans Hotter entre 1942-43 en su absoluto cenit vocal; un fascinante primer acto de Die Walküre con Maria Müller, Wolfgang Windgassen y Josef Greindl – también soberano Gurnemanz y Hagen – bajo Ferdinand Leitner, un imponente Rey Marke por el finés Kim Borg y las indispensables Narración de Isolda, Wesendonck (compartidas con Schmerzen y Träume por Melchior), Zu neuen Taten e Inmolación por Astrid Varnay en 1954, de una fiereza volcánica y modernidad expresiva que asusta.
Josef von Manowarda como Wotan, la fundamental Frida Leider – aunque no se debió haber incluído su Kundry ni el dúo de Siegfried-, Karin Branzell excelente Erda y el siempre colosal Lauritz Melchior son algunas de las leyendas del pasado representadas asi como también Max Lorenz, Theodor Scheidl, Friedrich Schorr y Leo Slezak. Entre las omisiones mas obvias Völker, Weber, Mödl, Klose, Lemnitz, Metternich, Uhde, Vinay, Crespin, Dernesch, Ludwig, Vickers, Kollo y otros; si falta el quinteto de Meistersingers, el Entweihte Götter de Ortrud y la narración de Waltraute está el Todesverkundigung por una muy madura Kirsten Flagstad secundada por Set Svanholm bajo Georg Solti y la Filarmónica de Viena en 1957, casi una década después de la grabación con Böhm de la misma escena para EMI.
El impresionante coro de Bayreuth bajo el recordado Wilhelm Pitz aporta una cuota de emoción extra en los clásicos coros de Tannhäuser, Lohengrin, Holandés, Meistersingers, Parsifal y el coro de los Gibichungos con Josef Greindl (Hagen) en Götterdämmerung.
Entre los registros mas modernos la clásica Liebestod por Birgit Nilsson – extraído de la integral con Karl Böhm en Bayreuth 1966 -, la canción de la estrella vespertina por Dietrich Fischer Dieskau – del integral con Gerdes -, la balada de Senta por Gwyneth Jones – del integral con Böhm en Bayreuth 1971-, el Walther de Jess Thomas y una etérea Gundula Janowitz como Elsa que regresa descolorida, fija e inexpresiva como Adriano y Elisabeth. La antología finaliza con las Wesendonck por Varnay y Melchior – interesante pero anticlimática opción, quizás hubiesen funcionado mejor las cinco canciones por cinco diferentes intérpretes – y con la última escena de Parsifal con James King y Thomas Stewart dirigidos en Bayreuth 1970 por Pierre Boulez, otra elección no precisamente esperada que reverdece un director tan polémico en Wagner.
La selección de material en catálogos discográficos tan copiosos debió haber sido tarea ardua y los seis volúmenes pudieron ser cómodamente una docena; no obstante, sorprende la ausencia total de Karajan y Carlos Kleiber y Levine como de Knapperstsbusch y Furtwängler (ni hablar de Toscanini, Kempe, Fricsay) si bien debe informarse que otra edición de 4 cds está dedicada a directores (los tres primeros ausentes) se espera otra más con cantantes amén de la integral con grabaciones más recientes y Parsifal y el Anillo completo con Thielemann en agosto.
No está todo dicho y al bicentenario le falta mucho por recorrer, con sus aciertos y falencias esta edición no deja de ser una respetable colección digna del evento.
* GREAT WAGNER SINGERS, DG 00289 479 1241
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