Miami: el New World Center revoluciona las salas de música
El nuevo faro cultural de Miami es una propuesta que une diseño y tecnología de avanzada al servicio del futuro de la música clásica, una caja de música que sus autores – el arquitecto Frank Gehry (82) y el director-compositor Michael Tilson Thomas (66) – llaman laboratorio musical.
El New World Center de la New World Symphony es el debut del célebre arquitecto en Florida e hito del año en una ciudad que vapuleada por la crisis económica no deja de pelear por una identidad cultural; valga anotar que Art-Basel, la edición americana de la feria de arte suiza celebrada a pasos del flamante edificio, batió récord de asistencia el último diciembre.
Veinte años después de haber fundado la New World Symphony, Michael Tilson Thomas (conste que el familiar “MTT” ya remplazó a su nombre) inició la segunda etapa de la Academia Musical Americana, una orquesta de características únicas que apuntalada por los millones del fallecido Ted Arison–magnate de Carnaval Cruises–se convirtió en imán musical internacional en el remozado Lincoln Theatre de Miami Beach.
Para la segunda fase, diseño y construcción de la nueva sede en un predio contiguo, MTT convocó al arquitecto estrella, su viejo amigo y ocasional baby-sitter de niñez en Los Angeles. El octogenario artífice del Walt Disney Concert Hall y el Guggenheim de Bilbao, priorizó las especificaciones y estrategias del músico a fin de crearle un ámbito-instrumento, un juguete de 160 millones de dólares tan único como su orquesta de eximios egresados.
Listo en sólo tres años, por atípica y neutra sorprende la resolución exterior usada por Gehry: una simple caja de cristal y acero blanca como el sol cenital floridano – “Mi respuesta a Miami” – que deja ver una estructura convexa y angular propia de su estilo pero, replegada hacia adentro. A través de la fachada de cristal se contempla una suerte de loto que alberga salas y microsalas de ensayo, dependencias y escaleras laberínticas como los dibujos de Escher.
El núcleo es un teatro para 757 espectadores donde prima la cercanía entre músicos y audiencia, dividida en estadios. Al escenario central (adaptable en catorce disposiciones) se suman cuatro adicionales mientras paneles video-acústicos como velas rematan el techo a modo de carpa.
La idea de Gehry y MTT es la de un ente vivo e interactivo reflejado en la correlación público vs. privacidad y exterior vs. interior. La calle ve la actividad de la orquesta y viceversa. Un muro de cristal doble crea un oasis en el interior de esta ciudadela abocada a semillero de talentos.
Suspendida en el foyer, una escultura metálica de Frank Stella se mide con paredes blancas tan sinuosas como las clásicas sillas Gehry del bar. La inmensa terraza-jardín sirve de segundo lobby con vista equidistante al mar y la bahía Biscayne. Enmarcado por un parque-auditorio, los conciertos se transmiten a la gigantesca pantalla dueña de la medianera nordeste. Un complejo de estacionamiento, condición sine qua non para el público estadounidense, une al vestíbulo con un puente.
La semana inaugural presenta el estreno mundial de Polaris (encargado al inglés Thomas Adès) más obras de Wagner y Copland (la apropiada Fanfarria para el hombre común), un “Viaje Schubert” ensaya el renglón camarístico-coral y Cuadros de una exposición de Mussorgsky con 13 films interactivos creados por artistas de la University of South California (alma mater de Gehry y MTT), el gran show en sala y parque.
Impacta la acústica, robusta y diáfana. Al definirla como celestial, un famoso cellista reflejó la exacta sensación que prevalece en esta íntima catedral sonora, una que evoca la imagen de Margarita Wallmann: “balcones del cielo”.
Reforzado por enlaces globales a través de Internet2, el New World Center es un experimento que desafía la creación de nuevos hábitos para músicos y audiencia y una afrenta a la frivolidad de South Beach que rendida ante el éxito de la orquesta comprueba que donde MTT “pone el ojo, pone la bala”.
Al otro lado de la bahía, el Arsht Center (2006) firmado por César Pelli aloja ópera y sala de conciertos (también sede invernal de la Orquesta de Cleveland); muy cerca, los suizos Herzog & de Meuron inician el Miami Art Museum. Apuestas que luchan contra la chatura dada por la proliferación de torres de condominios, que reaniman una identidad lograda en su época art-decó y que su privilegiado entorno natural reclama. Modelo de colaboración entre dos visionarios, el New World Center resume pasado, presente y futuro artístico de Miami.
Sebastian Spreng
Publicado en Ámbito Financiero, Buenos Aires – 28 de enero de 2011 – Sección Espectáculos