Stephanie Blythe, «Americana» a todo vapor
Apreciar en vivo la voz de Stephanie Blythe constituye una experiencia que inmediatamente retrotrae a un pasado glorioso, a la bien llamada Era Dorada del Canto. El impacto es dificil de olvidar. Sea Bach, Handel o Mahler, se llame Fricka, Amneris, Isabella, Ulrica o Ms.Quickly se está en presencia de una de las voces más notables y caudalosas de nuestra era; sumando versatilidad que equipara a sus medios portentosos naturales. Aquí no cabe otro término que “Force of Nature”.
Ninguna de las heroínas mencionadas tiene que ver con su flamante compacto dedicado a canciones americanas de pura cepa y a la manera de Kate Smith, epítome de la canción patriótica de las décadas del 30 al 50 y eminente propietaria de God Bless America de la que retuvo los derechos exclusivos para cantarla en vivo. Afortunadamente Blythe no queda sólo centrada en Smith sino que abarca un espectro amplísimo de la canción popular del siglo pasado representada por Bing Crosby, Judy Garland, Frank Sinatra y especialmente Ethel Merman, otro fenómeno vocal que hizo de Broadway su casa.
Nostalgia y optimismo prevalecen en este recital magistralmente acompañado por el pianista y arreglador Craig Terry que enraizado en melodías de la Gran Depresión en adelante, pasa de clásicos de Irving Berlin como Always y How Deep is the Ocean a The White Cliffs of Dover de Nat Burton y One for my Baby de Harold Arlen hasta When You Wish Upon a Star, la canción del Pinocho de Walt Disney. En dos números Sammy Cahn y Saul Chaplin, la mezzo tiene la buena idea de revivir Please Be Kind y el Bei Mir Bist Du Schön del musical yddisch de 1932 que años después consagró a las Andrew Sisters.
En la mejor tradición de la gran Eileen Farrell (y sucesoras como Marilyn Horne y Christine Brewer) la cantante despacha cada tema con una generosidad, elocuencia, caudal y afinidad envidiables. Pero el compacto no se queda aquí, no es otro disco de canciones populares por una estrella del canto lírico sino una experiencia sonora que despertará opiniones divididas. Grabado en el sistema desarrollado por los laboratorios Meyer de California, traslada al cd la sensación de tener a la cantante en el living de casa, con un espectro francamente impresionante. Según reza el texto adjunto la grabación es «natural, sin procesar, en un espacio acústico a medida» habiendo incorporado mas de un tercio del material sin ningún retoque. Queda en evidencia. Un desafío para intérpretes y oyentes que por momentos deben pellizcarse para no creer que la imponente mezzo está frente a ellos o en algún lugar de la casa, a menos que algún vecino llame con alabanzas o quejas.
Blythe seguirá cantando a pleno «Mientras haya canciones» – buen título del recital – con espíritu a toda prueba, el mismo que inspiró a Kate Smith y los de su época. Más allá de figuras ultra promocionadas, América debería recordar más a menudo que si esta generación ha dado a las completísimas figuras como Reneé Fleming, Susan Graham y Joyce DiDonato, en Blythe también tiene a uno de sus máximos exponentes, un lujo de otra era.
* AS LONG AS THERE ARE SONGS, STEPHANIE BLYTHE-CRAIG TERRY, INNOVA 875