Gerard Finley revela «otro» Shostakovich

717BPa2PFsL._SL1000_

Una de las mejores sorpresas del año de la mano del soberbio Gerard Finley y un estreno mundial discográfico que bien podría convertirse en el disco vocal del 2014: Seis romances sobre versos de poetas ingleses junto a la Suite sobre versos de Miguel Angel Buonarotti de Dmitri Shostakovich dirigidos por Thomas Sanderling, hijo de Kurt Sanderling, recordado colaborador del compositor petersburgués.

En esta ocasión  – oportuno y astuto estreno en inglés y en italiano – son dos ciclos de canciones enraizados en dolor y muerte; el primero compuesto en plena Segunda Guerra Mundial y el otro, en el ocaso de su vida además de, como propina salvadora, un delicioso arreglo de la balada escocesa Annie Laurie (1944) .

Suerte de Das Lied von der Erde á la Shostakovich con innegables ecos de los Cantos y danzas de muerte mussorskianas, el ciclo sobre once poemas del genio toscano que el compositor consideró su sinfonía decimosexta, constituye uno de los últimos y mas decantados ejemplos de su producción artística. Asimismo, este homenaje al quinto centenario del artista cuya poesía había inspirado a Hugo Wolf y Benjamin Britten, desde su estreno en 1974 ha recibido admirables lecturas – ambas versiones con piano y con orquesta – por parte de Sergei Leiferkus, Dmitri Hvorostovsky, Anatolij Kotscherga, Dietrich Fischer Dieskau, John Shirley Quirk aparte de las dos primeras por Evgeny Nesterensko – el gran Boris de esa década, ideal vehículo para este ciclo – que las estrenó y grabó bajo Gennadi Rozhdestvensky y luego Maxim, el hijo del compositor. 

No obstante, son los Seis romances la mayor novedad y justificado centro de atención del registro. Exilado en Kuibyshev (hoy Samara), lejos de sus amigos atrapados en su ciudad natal sitiada, Shostakovich los compuso en el otoño de 1942, año en el que se estrenó la versión con piano. La obra  fue orquestada el año siguiente. Contemporáneo de la grandiosa Séptima, pinta un panorama desolador e íntimo apreciándose los elementos típicos de sus sinfonías que alternan el comentario sarcástico con el lacerante. Ya grabada en ruso en varias oportunidades (Rozhdestventsky, Leiferkus, etc) este es el estreno de la versión orquestal en inglés, uno que le otorga una dimensión más sutil, liviana e idiomática y que obviamente, halla en Finley un intérprete perfecto. Shakespeare, Sir Walter Raleigh y Robert Burns son ilustrados en un marco musical extraño y apasionante apuntalando una partitura cuyo original se creyó perdido terminada la guerra y que fue hallado recientemente. Para Sanderling “Es una reflexión sobre el régimen stalinista y la esperanza de la derrota en la expedición del rey de la última canción”.

La Filarmónica de Helsinki provee espléndido marco a la igualmente espléndida voz del barítono canadiense, uno de los más notables del momento. Cierran el recital las sombrías últimas canciones del ciclo de Michelangelo – Exilio, Noche, Muerte e Inmortalidad –formidable testamento musical de las vicisitudes de la vida del artista que culmina en la evocación de una canción infantil compuesta a sus nueve años. El músico moribundo parece querer mirar hacia atrás y las palabras del escultor le sirven de despedida.

Magníficas lecturas de dos ciclos bellísimos que merecen figurar más a menudo en la sala de conciertos y un disco que excede toda recomendación.

* SHOSTAKOVICH, SIX ROMANCES, MICHELANGELO SUITE, SANDERLING, ONDINE, ODE 1235-2