Ute Lemper, mas vale nunca que siempre
Hay que reconocer que se hace difícil finalizar la audición del último disco de Ute Lemper: Siempre, los poemas de amor de Pablo Neruda. Otra opción poco menos que inevitable es recurrir a la risa piadosa, única resolución ante el asombro y desconcierto que provocan la docena de temas que lo conforman. Se trata de un ejercicio insostenible por mejores y loables intenciones que abrigue la cantante, bailarina, diseuse, actriz, trovadora, musa todo-terreno que fuera promocionada como la nueva Lotte Lenya y que continúa navegando errática varias disciplinas musicales con resultados, al menos aquí, no demasiado alentadores.
Este traspié remata aquella incursión en los noventa donde abordó un Kurt Weill estereotipado y hueco en una suerte de revival que la llevó al estrellato internacional y al que ni el subsecuente e inevitable cabaret alemán y francés pudieron escapársele. Su nueva arremetida es una colección inspirada en poemas de Pablo Neruda y escogidos «porque son compactos, apolíticos, sensuales y dialécticos” (sic). En realidad, Lemper se las ingenia para convertirlos en doce poemas de amor y una canción… exasperante.
Apoyada por un grupo instrumental de primer nivel liderado por el bandoneonista Marcelo Niesinmann que entrega arreglos valiosos – lo mejor del compacto – si su voz puede ser un «gusto adquirido» aquí enfatiza sus conocidas afectaciones y amaneramientos y en Siempre – título del CD – pergeña una improvisación desconcertante frente a la cual no hay asidero posible. Por si esto fuera poco, su dicción en español no deja de ser risible cuando no un juego perverso que entremezcla portugués, francés, inglés y otros sonidos provenientes del rumano, auvernés, catalán, swahili…
Desde ya, siempre debe contemplarse la posibilidad de hallarse frente a un críptico enfoque que incluya lo camp y arch – y en esa vena el inglés lo define mejor – como pilar de la propuesta y que por lo tanto escapan a la comprensión del espectador medianamente entrenado.
Tampoco vale la pena analizar cada uno de los doce tracks por mas empeño y buena voluntad que se disponga. Cuesta tomarlos en serio. Mejor Nunca que Siempre, con suerte pasará a integrar la lista de curiosidades relegadas a la pausa jocosa de tertulias musicales. Y es una verdadera pena.
*UTE LEMPER, FOREVER, THE LOVE POEMS OF PABLO NERUDA,STEINWAY & SONS 30020