Anna & Giovanna

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Poco conocida, menos frecuentada, Giovanna d’arco es una de las mas bellas (y desparejas) partituras tempranas del genio de Busseto. La séptima ópera del canon verdiano se destaca entre I Due Foscari, que la precedió, y Alzira, que la siguió, por la inspiración musical que recompensa a la heroína basada en La doncella de Orléans de Schiller con libreto de Temístocle Solera, responsable de los de Nabucco e I Lombardi.

Esta Juana de Arco que no muere en la hoguera sino en el campo de batalla es compendio de las virtudes y defectos del joven Verdi, una exploración con brillantes resultados para los papeles protagónicos – en especial la soprano – y una vuelta a convenciones más pedestres reflejadas en los coros. Marcó un poco exitoso regreso del músico a La Scala en el estreno de 1845, teatro al que jurará no volver debido a los conflictos con el empresario Merelli y al que regresará recién tres décadas después para la versión revisada de Simon Boccanegra, otra ópera que trabaja la relación padre e hija bocetada aquí entre Giovanna y Giacomo.

Compuesta con la diva de I Lombardi en mente, Verdi escribió para Erminia Frezzolini uno de sus mas notables retratos belcantistas pleno de arias heroicas y romanzas pastorales fenomenal vehículo de lucimiento para la Frezzolini como para las Giovannas que le sucedieron. En la era inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, el rol quedará indefectiblemente unido a Renata Tebaldi en 1951 con su famosa “voz de ángel” perfecta para el personaje y acompañada por un entonces joven barítono convertido en ascendente tenor, Carlo Bergonzi, epítome del estilista verdiano. Revivida a menudo en versión de concierto, opción viable que oculta sus falencias dramáticas y exalta las vocales instalándola en una categoría híbrida cercana al oratorio, fue interpretada (entre otras) por Teresa Stratas, Katia Ricciarelli, June Anderson, Susan Dunn, Margaret Price, Svetla Vassilieva, Krassimira Stoyanova y Mirella Freni en su última encarnación previa al retiro en 2002. Pero es Montserrat Caballé quien merece un sitio de honor con su grabación de estudio de 1972 secundada por Plácido Domingo y Sherrill Milnes bajo la batuta de James Levine, ideal para el lucimiento de la gran soprano catalana cuyo excelso vocalismo se adapta idealmente a los requerimientos del rol. Este registro, uno de los mas jugosos del trio soprano-tenor-barítono, se ve ahora desafiado por ésta versión de concierto desde la Felsenreitschule del Festival de Salzburgo 2013 .

La combinación de lirismo belliniano y fiereza dramática verdiana le sientan a una Anna Netrebko que se aleja de Amina, Violetta, Tatiana y Mimi para adentrarse en papeles vocalmente mas pesados y exigentes para sus opulentos medios. Netrebko ensaya esta Giovanna como primer escalón a una carrera que depara grandes incógnitas (mejora su rendimiento a medica que avanza cada acto), ha incorporado Leonora y Lady Macbeth y se la anuncia como Elsa de Lohengrin en próximas temporadas. La voz emerge con la expresividad justa, amplia, esmaltada, con la mezcla de dulzura y fuerza que la caracterizan; amén de algún cansancio y  coloratura trabajosa en la toma en vivo tanto “Sempre all Alba” como “O fatidica foresta” reciben lecturas admirables.

Sin establecer comparaciones con Bergonzi o Domingo, la labor de Francesco Meli convence gracias a resplendentes agudos desde su endiablada aria inicial «Sotto una quercia» hasta el final, redondea un valioso aporte. Ni Panerai, ni Bruson o Milnes, como el padre de la protagonista el inoxidable Plácido Domingo cantando como barítono aporta inegable experiencia y maestría pero no puede ocultar una voz fatigada fuera del registro original donde legó una de las carreras paradigmáticas del siglo XX. Sin el color ni atributos del auténtico barítono verdiano, queda el sazonado fraseo y la inteligencia interpretativa del cantante español que sabe mejor que nadie el compromiso que significa cantar Verdi.

Pablo Carignani crea un digno marco a cargo de la orquesta de la radio muniquesa con los excelentes coros de la Philharmonia de Viena. Sin desplazar a Levine y sus cantantes, esta primera grabación de Giovanna d’Arco para el sello DG es una buena adición a la discografía de la ópera verdiana en el pasado año del bicentenario.

* VERDI, GIOVANNA D’ARCO, CARIGNANI, DG 479 2712