Ejemplar Mahler por Peter Mattei
La ecuación Mahler + Lieder + barítono es una de las mas reconfortantes dentro de la literatura lírica y digna heredera del legado de Schubert, Schumann y Brahms. Sus ciclos de canciones han sido grabados literalmente «por todos»; conforma una oferta variada, rica, tan excepcional que cabe preguntarse si hace falta otra versión discográfica. Del mismo modo, la generación actual de barítonos – sin entrar en el espinoso tema de los “verdianos” – es una con ilustres representantes, desde Thomas Hampson, Bo Skovhus, Andreas Schmidt y Wolfgang Holzmair a Dmitri Hvorostovsky, Thomas Quasthoff, Christian Gerhaher sin poder dejar de mencionar a Simon Keenlyside, Christopher Maltman, Gerald Finley y Matthias Goerne, y conste que quedan muchos por citar. Por eso, la aparición de Mahler Songs por Peter Mattei suena casi a redundancia en un mercado saturado y quizás sólo despierte curiosidad a los admiradores del barítono sueco.
Aunque no tan famoso como debiera, Mattei es bien conocido en Estados Unidos por sus destacados Amfortas, Wolfram, Don Giovanni, Onegin y los dos Fígaros en el Met. Quienes lo asocien mas con la ópera que con el Lied se llevarán menuda sorpresa con este compacto que se equipara e incluso en muchos casos deja atrás a sus predecesores. La belleza y tersura del timbre, la extensión y redondez de la voz, la dicción perfecta, soltura y abandono con la justa expresividad musical hacen de Mahler Songs un esencial desde todo punto de vista, es un ejemplo donde triunfa la naturalidad del discurso sustentado por un instrumento pleno.
Si no es fácil competir con el recuerdo de Dietrich Fischer-Dieskau y Jose van Dam, o del joven Hampson con Bernstein y la filarmónica vienesa, un registro referencial del fin del siglo XX, Mattei despierta esa sed de comparación ante la factura impecable de su producto. Entrega cada una de las seis canciones de El cuerno mágico de la juventud como una pequeña ópera, se trate de los guardias nocturnos, la loa al intelecto, el joven del tambor o en especial, la prédica de San Antonio a los peces. En el ciclo de las Canciones de un compañero de viaje y las Canciones de Rückert el resultado parejo e intenso termina por confirmar la presencia de un recital para atesorar. Cada ciclo exhibe un tratamiento distinto, el enfoque juvenil del primero diferente al apasionado del segundo (notable en “Die zwei blauen Augen von meinem Schatz,” en la inmensidad de la frase “Auf der Strasse stand ein Lindenbaum/da hab’ich zum ersten Mal im Schlaf geruht!”), y en las Rückert, la experiencia de una vida, especialmente en un memorable “Ich bin der Wetl abhanden gekommen”, la canción mas representativa del compositor.
Otra buena sorpresa es la participacion de la Norrköping Symphony Orchestra, otro tesoro escandinavo muy poco conocido fuera de su área, dirigida impecablemente por Jochen Rieder.
No vale la pena extenderse en reseñar un compacto tan inesperado como excepcional, sólo queda volver a escucharlo una y otra vez para constatar un cantante ejemplar en absoluta madurez con 50 años recién cumplidos. Una edición afortunada. La recomendación está hecha, no se arrepentirá.
*MAHLER SONGS, PETER MATTEI, RIEDER, LADYBIRD 79556834