Un titán captado en vivo
En el sanitizado e impersonal mundo de la música clásica actual, la presencia del elusivo Grigory Sokolov en discos es motivo de júbilo. Hay pocos como él, de hecho, es único. Para el sello amarillo alemán, ha decidido sólo grabar en vivo, desdeñando el ámbito artificial del estudio de grabación lo que añade un interés especial porque el veterano ruso es un pianista tan inmenso como incandescente, un intérprete-creador que desperta la admiración de sus mas rigurosos colegas. Eso dice mucho y es suficiente razón para seguirle la senda.
Desde Varsovia y el Festival de Salzburgo 2013 llega un recital que combina Schubert, Beethoven, Rameau y un magnífico Intermezzo Op.117/2 de Brahms que cierra el programa como encore de lujo dejando a la audiencia en estado de gracia. Antes habrá entregado, también como bises, cinco piezas de Rameau con una limpidez ejemplar, un espectro cromático inusitado y una personalidad de rasgos inconfundibles.
Las dos partes del recital se integran primero con los Impromptus D 899 y las Tres Piezas para Piano D 946 de Schubert y luego la monumental Sonata 29 “Hammerklavier” de Beethoven. Las obras de Schubert fueron registradas el 12 de mayo de 2013 en Varsovia, reflejan una espontaneidad y transparencia extraordinarias, de llamativa lentitud y distancia emocional donde las tres piezas adquieren mayor profundidad y refinamiento que los impromptus. Asimismo en la primera de las tres, añade la sección que luego Schubert eliminó otorgándole doble interés.
La lectura de la Hammerklavier es aristocrática, sin la tempestuosidad acostumbrada por otros intérpretes. Sokolov se muestra algo reticente en el sublime Adagio como guardando fuerzas para la titánica fuga final jugada con una limpieza deslumbrante. Sokolov y esta sonata son viejos amigos, algo que se aprecia desde el vamos, no tiene secretos para el pianista.
* SOKOLOV, SCHUBERT, BEETHOVEN, 2 CD DG 479 5426