Adiós Brunilda (2006)
Adiós Brunilda
By SEBASTIAN SPRENG/ El Nuevo Herald
Birgit Nilsson (1918-2006)
Reina suprema de las grandes casas líricas
Hay cinco papeles considerados »imposibles» para toda gran soprano dramática, son los cinco personajes en los que Birgit Nilsson descolló como ninguna: Brunilda, Isolda, Elektra, Salome y Turandot. Con inefable humor daba la »receta» que siguió para poder cantarlas durante décadas: »Usar un buen par de zapatos». Un humor sólo comparable a su voz de láser, que traspasaba la gigantesca orquesta wagneriana sin esfuerzo. Esa voz inextinguible se apagó hace pocos días a los 87 años en su natal Vastra Karups, Suecia. Al retirarse en 1984, había regresado a su pueblo: «Mi madre decía siempre quédate cerca de la tierra, si te caes, dolerá menos».
Aquella sencilla hija del granjero que la obligó a ordeñar sus vacas la madrugada de su debut en Estocolmo reinó suprema en las grandes casas líricas, ya fuera en Londres, París, Buenos Aires o la Opera de Viena donde en una ocasión debió salir a saludar hasta 75 veces. La Nilsson no sólo fue la sucesora de la noruega Kirsten Flagstad sino uno de los emblemas del modernizado Festival de Bayreuth, donde Wieland, el nieto de Wagner, terminó de cincelarla como artista completa.
Cuando podía, o la dejaban, se refugiaba en Mozart, Weber, Beethoven y el repertorio italiano que tanto amaba. Increíblemente ella, y nadie más, llamaba a Tosca, Aída, Leonora, Amelia, Lady Macbeth y Turandot «my vacation-roles» así como la tremenda Reina de la Noche (Mozart) que no cantaba en escena, sólo la usaba para calentar su voz previa a una función. Otra de las anécdotas sobre su poderío vocal cuenta como un agudo de su Turandot en la Arena de Verona fue confundido con una alarma de incendio por los pobladores.
Idolatrada en el MET, tuvo famosos altercados con Franco Corelli –su Calaf favorito–, Karajan y Rudolph Bing, el difícil regente del teatro que dijo: »Si le pago bien es la voz mas gloriosa». Nilsson se vengó al completar su declaración de impuestos poniendo a Bing como «dependent». En 1972, en la despedida del director cantó una peculiar escena final de Salomé: en lugar de la cabeza del Bautista en la bandeja había una réplica de la de Bing. A los 65 retornó al MET para ser la máxima estrella de la Gala Centenaria (1983) y con 78 en la de James Levine saludándolo con un sonoro –todavía perfecto– grito de guerra de la walkiria, dejando pasmados a público y colegas.
Sus numerosos registros dan prueba fehaciente de una voz sin parangón. La filmación como Isolda –junto al Tristan de Vickers– en el Teatro Romano de Orange testimonia una ocasión histórica. A su instrumento colosal unía imaginación interpretativa e imbatible musicalidad. Su voz sólo tuvo una rival: su risa.
Esencial Nilsson
CD
Wagner; Der Ring des Nibelungen; Solti ; DECCA.
Wagner; Der Ring des Nibelungen; Boehm; Bayreuth; PHILIPS.
Wagner; Tristan und Isolde; Boehm; Bayreuth; DG.
Strauss; Elektra; Solti ; DECCA.
Strauss; Salomé; Solti ; DECCA.
Puccini; Turandot; M. Pradelli; EMI.
Ritorna Vincitor, The Legendary Birgit Nilsson; DECCA.
DVD
Wagner; Tristan und Isolde; Boehm; Orange; KULTUR.