Ramón Tebar tras el vuelo de La Rondine

 

«El mundo anda mal pero a la música, la veo bien y si tuviera más presencia, el mundo andaría mejor. Por eso soy músico, porque apuesto por ella»

En vista del inminente  estreno surfloridano de LA RONDINE de Puccini con la Florida Grand Opera, una semblanza del director Ramón Tebar extractada del artículo publicado en Complot Magazine (*) 

Es español, valenciano para más datos y está claro que desde el inicial apretón de manos recuerda aquella canción de Joan Manuel Serrat «qué le voy a hacer, si yo… nací en el Mediterráneo. Será porque de tanto querer y necesitar el mar «dondequiera que vaya», cruzó el charco no sólo para cambiar de continente sino un mar por otro. Y este mar le ha sentado al maestro Ramón Tebar (33) flamante director musical de la Florida Grand Opera.  Miami fue la primera tierra americana que pisó en el 2005. Le gustó tanto que de todos modos la habría usado como base. Sin embargo, sin prisa y sin pausa marchó a Cincinnati y a Palm Beach donde se fogueó como director asistente de la Opera de Palm Beach. Las conquistas no tardaron en llegar, primero fue el puesto de director de la Orquesta Sinfónica de Palm Beach – convirtiéndolo en el español mas joven en liderar una orquesta norteamericana – y luego la invitación a dirigir Lucia di Lammermoor en la FGO. Y mientras Lucia enloquecía en escena, en el foso una joven batuta ejercía una comunicación inmediata y nutritiva con la orquesta. El éxito se repitió  con Turandot y entonces llegó el ofrecimiento al cargo de director musical de la compañía por parte del director general, Robert Heuer.

En su primera temporada como director musical dirigirá el próximo 21 de enero el estreno en el sur de la Florida de La Rondine (La golondrina). Y sobre ésta agrega «Querría que el público captara la sutil belleza de su música. Que no espere encontrar el impacto trágico o dramático al que acostumbra con otras óperas de Puccini. La rondine tiene la fuerza de la vida real, de lo cercano, de lo que todos hemos vivido alguna vez en primera persona: hemos dejado o nos han dejado. No es rebuscada, es directa, vuela con sus danzas que migran entre valses y polkas con la gracias y ligereza de un golondrina, y que al final cuando regresa a su nido, Puccini nos deja con una pregunta: ¿por qué? Es la vida que todos conocemos hecha melodía.»

La FGO implica un desafío mayor y el principio de una gestión en tiempos difíciles, donde el apoyo del público, patrocinadores y empresas es más vital que nunca. Su reto está destinado a mantener la calidad, expandir el repertorio, favorecer el talento joven, involucrar nuevas audiencias y “Apuntar a lograr una continuidad en Miami que incluso no se vea interrumpida durante el verano, un período demasiado largo para quedar huérfanos de buena música”.

Si se le pregunta por qué la ópera y no el piano, contesta risueño “Porque la ópera tiene más teclas y más colores” y si está de moda o es sólo una burbuja publicitaria se pone más serio “Esa burbuja existe pero, la ópera estuvo de moda siempre porque tiene más verdad que cualquier invento. Es una genuina expresión del alma. Si los fans de Caruso hubiesen hecho palidecer a los de Lady Gaga, no hay porqué no soñar con un público así. Un público que aplauda o patalee, que grite bravo y tire sombreros al aire como en épocas de Rossini, Donizetti o Bellini, que aprecie más el talento que la figura del cantante, que se conecte con la música y vibre con la creación del momento, más allá de las falencias humanas resultantes de en toda representación en vivo”  y agrega “el público de hoy está condicionado por un producto desvirtuado, alejado de la realidad del escenario, no todos pueden ser Jonas Kaufmann ni parecer ídolos pop o de cine, son artistas cuya formación implica años de sacrificio y trabajo. Todo tiene un tiempo y la inmediatez de hoy conspira contra la verdadera satisfacción”. 

Al preguntársele cómo atraerá nuevos públicos a la ópera, responde: “Como hice con mis amigos, quebrando prejuicios y barreras, creían que era aburrida o para elites, y pronto comprendieron que era una propuesta fascinante y divertida. Hoy las elites son las del deporte, las que pagan fortunas por ver tenis o baseball. Por otro lado, los jóvenes le huyen porque no saben, no han probado, no están educados y en la educación reside el secreto; en que todos, incluso las autoridades, asumamos ese compromiso para que las generaciones futuras puedan apreciarla”.

Casado con Verónica Olivo, padre de Isabel (1 año) y  de Alba-Lucia (al llegar) dice “Tendré unos cuántos porque me crié en un familión y aquella soleada casa de puertas abiertas y jubiloso desorden se me antoja el paraíso”.

Sencillo, accesible y vital, Ramón sostiene que “La responsabilidad del artista es comunicar los valores por los que se ha jugado y si es preciso detenerse, saber bajarse del burro” y con los pies en el presente y la mirada puesta en el futuro afirma: “El mundo anda mal pero a la música, digan lo que digan, la veo bien y si tuviera más presencia, el mundo andaría mejor. Por eso soy músico, porque apuesto por ella”☼

© Sebastian Spreng

La Rondine, 21 de enero al 4 de febrero, FGO / información y boletos online www.fgo.org – 1-800-741-1010

(*) texto completo cortesía de Revista Complot, Noviembre 2011

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