Hipnótico Richter en el Knight
Las palabras Richter (juez en alemán) y Knight (caballero en inglés) proponen una combinación poderosa que quedó manifestada en último sábado en la escena del complejo de artes escénicas miamense. Acertada idea del Adrienne Arsht Center la de sumar a sus opciones de música erudita alternativas viables a fin de ampliar el panorama y espectro de la diversa audiencia local. Entre la notable serie clásica que comienza el 5 de enero y la presentación de exitosos locales como el ensamble Nu Deco, debutó el laureado compositor Max Richter acompañado por cinco miembros del American Contemporary Music Ensemble para deleite de sus adeptos.
Nacido en Alemania, ciudadano británico y residente berlinés, Richter fue “Compositor Europeo del Año” en 2008. De clara extracción minimalista, este discípulo de Luciano Berio (1925-2003) compone, mezcla, reelabora, recompone, produce e interpreta música donde la imagen y en ocasiones la palabra son factor fundamental; de hecho, sus mayores éxitos residen en el campo del ballet, teatro, ópera y cine además de su famosa reelaboración de Las cuatro estaciones de Vivaldi; expandiendo, absorbiendo, jugando con las fronteras de la música erudita hasta lograr una fusión accesible en instancias fascinante. Vale anotar que su último trabajo es una nana de ocho horas – preferiblemente a cielo abierto – con centenares de camas a disposición del público alrededor del escenario.
En esta ocasión no se trató del minimalismo familiar de Pärt, Glass o Reich, sino puro Richter quien al piano y «aledaños» demostró su sello propio en dos obras, Infra de 2007 y la celebrada The Blue Notebooks de 2003. Ambas revisten un carácter lúgubre, son a su manera requiems y reflexiones sobre tristes sucesos contemporáneos. La primera, los atentados terroristas en el subway londinense y la última, la guerra de Irak. Obvios manifiestos pacifistas, la cualidad hipnótica que campea en ambas como constante onda expansiva, y que es rasgo esencial de su obra, es un arma de doble filo que puede volverse en contra al tornarse excesivamente monocromática.
En Infra (“Subterráneo”) compuesto para el Royal Ballet del Covent Garden, la influencia de Berio se aprecia en breves citas a El viaje de invierno de Schubert, es una suerte de road-movie cuyo comentario se asienta en los acordes schubertianos otorgándole vuelo y carácter. La fusión de música electrónica, piano y cuerdas amplificadas creó un crescendo transparente y efectivo en su dramatismo firmemente contenido.
En la segunda parte, textos de Kafka ( de los Cuadernos en octavo de 1917) y del premio Nobel Czesław Milosz fueron recitados por Laura Hooper (debieron proyectarse para mejor comprensión y efecto) sumándose a este testimonio antiviolencia, sirviendo de puente y conexión a los repetitivos patrones musicales de Richter. Plena de tácitas referencias literarias se compone de once movimientos siendo el núcleo de la velada la bellísima On The Nature Of Daylight utilizada en varios films. El texto de Kafka refleja la intención de Richter “Cada hombre lleva en sí una habitación. Es un hecho que nos confirma nuestro propio oído. Cuando se camina rápido y se escucha, en especial de noche cuando todo a nuestro alrededor es silencio…”. Es un viaje cuya inmersión sonora apunta, como en tantas de sus composiciones, a una experiencia estética no sólo individual sino a la vez comunitaria.
Como bis, el ensamble ofreció piezas de The Leftovers en esta velada singular de música contemporánea que amplia el panorama local como se debe.
KNIGHT MASTERWORKS CLASSICAL MUSIC SERIES