Portadoras del fuego sagrado

Fuoco-Sacro-580x668

Durante la explosión mediática del CD y DVD de las décadas 80-90, abundaron documentales sobre grandes de la música y adyacencias. Hoy cosa del pasado, verdaderas criaturas en extinción, su ausencia es otra pena que lamentar. Ya en aquel momento el joven director muniqués Jan Schmidt-Garre (Munich, 1962) se abocaba a la tarea de testimoniar figuras que de otro modo hubiesen quedado en el olvido o sin la relevancia que merecian. Atento, visionario y precavido, como un escriba dejando los rastros de una civilización amenazada legó fascinantes documentales sobre, entre otros, Celibidache (dicho sea de paso, su maestro), un curioso ensayo sobre Bruckner, Sophia (sobre Gubaidulina componiendo para Anne Sophie Mutter), los cantantes líricos afroamericanos en Aida’s Brothers & Sisters, la extraordinaria serie sobre Belcanto, los tenores de la era 78 y la imprescindible Furtwangler’s Love, el reportaje a la nonagenaria Elisabeth Ackermann, viuda del director. Asimismo imposible no recordar Opera Fanatic donde junto al inefable Stephan Zucker se embarcó en un periplo incierto a buscar una decena de prima donnas italianas retiradas para un documento de ribetes desopilantes, algunos ya casi legendarios.

Debe reconocerse que para los tiempos que corren Schmidt-Garre es un rara-avis, un arqueólogo visual que comparte sus descubrimientos desde enfoques peculiares; un leiv motiv que aparece en varios de sus documentos es compartirnos su viaje filmado por la ventana del auto hacia donde se dirige como hilo conductor y separador de temas, ordenador de ideas, a la postre reflexión de esta suerte de road-movies. Sus peliculas atrapan, divierten, apuntan preferentemente al público conocedor del tema, son valiosas, cada vez mas.

El presente emprendimiento está dedicado a tres artistas de hoy, por cierto habria que preguntarle a divas del pasado que opinan del enfoque que dan a sus carreras estas jóvenes estrellas en plena media carrera: Ermonela Jaho, Barbara Hannigan y Asmik Gregorian. 

Para Schmidt-Garre las tres son portadoras del Fuego Sagrado, título del film que empieza y termina con un fragmento prestado de Opera Fanatic, primero una joven Santuzza y finalmente su intérprete anciana, la soprano Carla Gavazzi (1913-2008) aportando los típicos sabios consejos. En estilo y enfoque, la albanesa Ermonela Jaho es la mas parecida a las intérpretes de antaño. Cuenta lo dificil  que fue llegar al lugar que ocupa, viniendo de un pais aislado, postergado, y cómo vive cada personaje al punto de poseerla tanto física como emocionalmente. Entonces que mejor que Suor Angelica, la sufriente criatura pucciniana que ha hecho suya en los grandes escenarios líricos. Precisamente, se asiste a ensayos en la Opera Nacional de Munich dirigida por Kiril Petrenko y Lotte de Beer asi como a escenas de Madama Butterfly y La Traviata, otros dos personajes que van a su temperamento “Debo encarnarlas y debo sufrir” añade, mostrando el doloroso proceso tanto en incorporar como en desprenderse de cada papel.

En contraste, la canadiense Barbara Hannigan es el prototipo de la artista multifacética de hoy: cantante y directora, entre otros rubros, ha sido inspiración a óperas de compositores como Hans Abrahamsen con The Snow Queen. Se la ve dirigiendo y cantando al mismo tiempo Mahler en Gotemburgo con impactante resultado y en su conmovedora larga relacion artística con Reinbert de Leeuw, en esta oportunidad en obras de Satie y Grisey, durante los últimos meses de vida del director holandés. Escenas de Pelleas et Melisande y otras mostrando su vida cotidiana conforman un refrescante retrato de una artista única y diferente.

Tercera y última, casi recién llegada, es la meteórica Asmik Grigorian, una de las actrices cantantes mas notables aparecidas en este nuevo siglo. Poseedora de una fuerte personalidad y un compromiso fervoroso con cada papel que aborda, no teme desintegrarse con las heroínas que encarna, obviamente arriesgarse es parte su naturaleza. Su Salome en Salzburg que marcó la consagración definitiva de la soprano lituana ilustra este film realizado cuando aún la intrépida Grigorian no era la estrella que es hoy, lugar al que llegó después de una larga carrera en teatros del área eslava. Una anterior Iolanta de Tchaicovsky ya daba la pauta de su fenomenal talento que florecerá como Tatiana, Manon, Rusalka y Jenufa entre otras tantas.

Los rituales previos a cada función muestran el carácter y estilo bien diferenciado de cada una, y siempre dentro de un cariz que sugiere respeto cuando no veneración, el director logra mostrar el precalentamiento vocal de las cantantes..

La entrega se completa con un recital al piano donde cantan caballitos de batalla. Recomendado a todo fanático del género y al curioso impertinente, no saldrá defraudado.

*FUOCO SACRO, SCHMIDT-JARRE, NAXOS PARSMEDIA DVD 0730099014168

Anuncio publicitario