Javier Perianes, poeta (en CD y con la NWS)

Javier Perianes – foto Josep Molina
No es novedad, España es tierra de poetas aunque estos sean mas famosos que sus grandes músicos. Y si a primera vista Javier Perianes no tiene la estampa convencional asociada con uno, es un poeta y de los buenos. Tampoco es novedad, es un pianista y de los buenos.
Hace tres temporadas debutó en Miami inaugurando la temporada de la New World Symphony con Michael Tilson Thomas (ver reportaje realizado en aquella oportunidad). El joven andaluz dejó un recuerdo que pedía por un pronto regreso. Y la ansiada vuelta se concreta el próximo 23 y 24 de noviembre para el Primer Concierto de Chopin bajo la batuta del gran Osmo Vänskä. En el interín su carrera prosiguió un imparable ascenso; se sucedieron debuts en San Petersburgo, el Concertgebouw de Amsterdam, Wigmore Hall, París y otras plazas relevantes; mereció el Premio Nacional de la Música 2012 del gobierno español y una satisfacción mas íntima y reconfortante: el conservatorio de Huelva donde estudió ahora lleva su nombre. Es profeta en su tierra.
Pero hay más. Un sensacional, inteligente, exquisito, «adictivo» compacto que acaba de incorporar a su discografía – distinguida por un Mompou y Blasco de Nebra paradigmáticos al igual que su Manuel de Falla y dos fascinantes volúmenes Beethoven y Schubert – donde propone una reunión tan imaginaria como coherente entre Chopin y Debussy, amigándolos en una dimensión casi tangible. No se trata de un disco de miniaturas preciosistas como podría pensarse sino de obras maestras que aunque distanciadas en tiempo y espacio parecerían andar en pareja, compañeras de viaje hermanadas en el sendero de la belleza más rotunda.
Así la Barcarola Op.60 de Chopin se une a L’isle joyeuse de Debussy, apenas un ejemplo de esas coincidencias felices (acota Perianes “y además, en ambas el trino es el elemento expresivo”). Como un minero que no se detiene hasta encontrar la veta escondida, Perianes se ha consagrado a explorar, encontrar y revelar esos caminos de ida y vuelta, conscientes o inconscientes, la topografía musical y el sutil cromatismo entre ambos. Cómo influyó uno en otro, qué intuían, qué sabían uno del otro. Y entonces, en la Balada Op. 52 de Chopin halla su equivalente en el preludio Les sons et les parfums tournent dans l’air du soir y esos sonidos y perfumes titulan apropiadamente un recital que es pura esencia de “esencialistas” y que, por suerte, no es sólo para gourmets. Además trae un bienvenido DVD donde su artífice explica esas coincidencias y sus motivos para hacerlos uno.
Atención, no es un recital almibarado y mucho menos sentimental, sino uno de raíz entrañable donde triunfa el intimismo y la reflexión. Un mano a mano de tres amigos que se reencuentran con el mas joven como sabio mediador, traductor y confidente. Definitivamente, Javier logra que Frédéric y Claude se sienten a conversar y compartir y quizás a beber absinthe.
Con un bagaje técnico y expresivo a toda prueba, a Perianes no le cuesta nada – mas bien, disfruta – diferenciar ambas paletas. Jamás Chopin suena como Debussy o viceversa, cada uno desde su universo particular pero así y todo, curiosamente hermanos. Es una búsqueda de la esencia de cada uno en la que el onubense se explora a si mismo con una nueva madurez adquirida en este tiempo de éxitos y pruebas, y claro, encuentra. Aprehende las conexiones inmanentes entre dos que supieron componer para el instrumento porque eran grandes pianistas. Música de voces y murmullos presentes y pasados donde la redondez y lustre de cada pieza, en todo sentido, queda inmaculadamente plasmada con la inconfundible luz plata parisina, tamizada con el aroma de la nostalgia por el blanco y gris de Varsovia o el verde y celeste de Argenteuil, más allá de una miríada de luz naranja con gusto a Seurat o arabesco de Matisse y que esconde un Sorolla latente, contenido como toro antes de salir al ruedo.
En un mundo vertiginoso colmado pianistas técnicamente a cual más espectacular, Perianes – intérprete afortunadamente atípico – emerge como la necesaria contrapartida. Es espectacular cuando se requiere, pero más que todo es oasis, remanso, bálsamo. Atributos de un poeta – y colorista – que sabe lo que hace desde su lugar, único. Como español de pura cepa, no sólo es poeta sino también pintor. Enhorabuena.
Y otra vez, Javier Perianes logra el pequeño milagro de tocar para cada uno y que cada uno lo escuche. Es un un diálogo entre artista y oyente donde el que habla es el compositor, sea uno o dos.
* CHOPIN-DEBUSSY …les sons et les parfums…- HARMONIA MUNDI-HMC 902164
* NWS, 23 y 24 de noviembre: CHOPIN-SIBELIUS http://www.nws.edu/EventDetail.aspx?EID=682
(el concierto del sábado 23 será proyectado como Wallcast Event)