Elina Garanca, lo bueno si breve dos veces bueno

Como envuelto en sonoro celofán trae este souvenir del festival de Salzburg a Elina Garanca en calidad de solista de las Wesendonck Lieder de Wagner y las Rückert Lieder de Mahler con la Filarmónica de Viena bajo Christian Thielemann. Si apenas cuarenta minutos de música se antojan demasiado breves, otro signo de esta época, el disco refleja la opulencia y sedosidad que caracterizan la labor del director cincelando un envoltorio de lujo para una voz, literalmente, de terciopelo.

Asimismo merece destacarse la evolución de Garanca como intérprete. La mezzo letona suma a sus Mozart, Rossini y roles belcantistas, veristas y verdianos, sin olvidar el repertorio francés y su última incursión en un primer Wagner como Kundry de Parsifal, con óptimo resultado. Garanca demuestra una maduración e inquietudes loables, el suyo es un desafío expresivo e interpretativo que navega confiada de la mano de Thielemann.

Después de su laborioso recital Brahms-Schumann con Malcom Martineau – y las Sea Pictures de Elgar con Barenboim – se enfrenta a estos dos ciclos fundamentales grabados hasta el hartazgo y muy bien; en su favor logra una entrada valiosa. Compite con el reciente de Anja Harteros, en aquel caso se suman las Siete canciones tempranas de Alban Berg, y la recién llegada Lise Davidsen. Ambas sopranos fenomenales, el aporte de Garanca como mezzo lírica se diferencia en la cremosidad del timbre y exquisito fraseo, sólo algún momentáneo vibrato excesivo y metal en los agudos empaña el resultado general de una lectura de inobjetable jerarquía.

Ambos ciclos reciben admirables interpretaciones por parte de la mezzo, quien obviamente ha trabajado en identificarse con un repertorio elusivo al que se lanza entusiasta. Por momentos algo fria, quizás carente de hondura, no invalida un trabajo destacadísimo, sin amaneramientos ni artificios, de rigurosidad sostenida por la transparencia de una orquesta legendaria en colores y texturas.

Sin desbancar a clásicos como Jessye Norman con Colin Davis en las Wesendonck o Janet Baker con Barbirolli y von Otter con Gardiner en las Rückert, se instala como opción válida entre las recientes mezzos que cantaron las versiones de ambas obras con orquesta.

Aunque breve en duración, para consolarse con que lo bueno si breve, dos veces bueno.

• WAGNER-MAHLER, GARANCA, THIELEMANN, DG 1CD 0028948619290