Joshua Bell + YoungArts, avivar el fuego sagrado

 

¿Cual habrá sido la cara de Albert Einstein al Bronislaw Huberman prestarle – por un ratito – su céleberrimo Stradivarius?… Un instante histórico producto de la lógica imaginación, un momento que si bien nunca sucedió una foto lo sugiere, basta con verle al científico la expresión de niño devorándose el violín con ojos pícaros… Lo cierto es que la supuesta cara en éxtasis del genio (y dicho sea de paso, violinista amateur) quizás fue la misma que la de los violinistas cachorros a los que Joshua Bell les confió ese mismo legendario violín de 1713, dos veces robado y con una historia para ser contada, en simbólico acto de confianza y camaradería.

Porque de amistad y devoción por la música se trata, el violinista enfocó la película Joshua Bell: A YoungArts MasterClass desde el lugar indicado, huyendo del vapuleado concepto de clase magistral que inunda como moda, no siempre beneficiosa, el mundo de la música. Acierto destacable escapar del show que en ocasiones implica este tipo de clases, Bell lo demuestra en la película y lo demostró en el YoungArts Salon Series frente a una audiencia cautivada por su presencia junto a «sus nueve discípulos” protagonistas del estreno mundial del film en Miami el lunes pasado.

Auspiciada por la Knight Foundation, la velada fue un aperitivo al año musical próxima a comenzar. En esta ocasión, Bell se sumó a la galería de celebridades que periodicamente engalanan la serie en diferentes disciplinas artísticas. No sólo se exhibió el film (a estrenarse en HBO el 14 de octubre) sino que se tuvo a los jóvenes intérpretes y su líder en movimientos del juvenil, ideal Octeto de Mendelssohn y el Primer Concierto para Violín de Bach. La función fue precedida por una sabrosa conversación que abarcó diversos temas entre Joshua Bell y Elizabeth Sobol, directora de Universal Music y una de sus tempranas mentoras. Otra vez, se trató de asistir a un encuentro de viejos amigos.

Durante la charla, un desacartonado Bell contagió el mismo entusiasmo emanado del film, con las felices caras de aprobación de los nueve músicos sentados en primera fila, nueve jóvenes que en vez de la tradicional clase magistral lo acompañaron durante una semana por Nueva York, Londres, estudios de grabación, paseos, restaurants, clubes y un concierto de cámara en su apartamento además de, por supuesto, ensayos y clases. Una experiencia integral, un aporte a su formación como artistas y personas y claro, una semana absolutamente inolvidable.

A los 46 años, el versátil violinista y director de la Academy of Saint-Martin-in-the-Fields saca tiempo de su agenda como puede para trabajar con la generación que viene. Puede y sabe hacerlo, es una virtud no garantida en grandes artistas el saber transmitir conocimiento y experiencia.

El film queda como ejemplo asi como la insólita velada en el recuperado edificio Bacardi del Boulevard Biscayne, una que puso a Miami más cerca de donde debe estar y que celebró el primer YoungArts Awareness Day en forma.

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mas información: http://www.youngartsorg/fall o 1-800-970-ARTS