NWS, sorpresas de una noche inaugural
A sala llena en el rebautizado Michael Tilson Thomas Hall, la New World Symphony abrió su temporada oficial 2022-23 en el teatro diseñado por Frank Gehry proyectando el concierto simultáneamente en el Wallcast para aquellos valientes que campearon un literal diluvio.
No puede negarse que fue una inauguración con ribetes especiales básicamente por la ausencia de su creador Michael Tilson Thomas en el podio orquestal, el director laureado se hallaba en la sala, plena de expectativas y entusiasmo a manera de estocada final a la larga pandemia que ha borrado años de un plumazo.
Si la responsabilidad y presión eran grandes, no fue tarea fácil para el director austríaco Christoph Koncz enfrentarse a la audiencia liderando la “Academia Orquestal de América” que este año incorpora a mas de treinta nuevos becarios. En ese aspecto, logró admirable cohesión orquestal entre novatos y veteranos valiendo destacar que individualmente la participación de cada “fellow” resultó impecable. Notable miembro de la venerable Filarmónica de Viena asi como director de la Deutsche Kammerakademie Neuss am Rhein, Koncz condujo un programa germánico que lo halló en su elemento. No obstante, si bien primó una bienvenida cualidad de corte camarístico, por momentos el profesionalismo estuvo por encima de la inspiración.
Fue un acierto revivir en estos lares la obertura y arias de El cazador furtivo de Carl Maria von Weber, ópera muy popular en Alemania desgraciadamente poco frecuentada en América. Con importante presencia de bronces, el delicioso prólogo orquestal preparó al público para lo mejor de la velada, el debut de la radiante Jeanine De Bique. La soprano de Trinidad es una establecida estrella en Europa en visita a Estados Unidos donde se formó (Mannhattan School of Music) recalando en Miami Beach para deslumbrar con la pureza de un instrumento esmaltado y vibrante. El mayor elogio para su interpretación de las dos arias de Agata, ambas contrastan sutileza con heroísmo, es afirmar que en limpidez y urgencia dramática evocaron a la mítica Elisabeth Grümmer, modelo absoluto del papel. De Bique logró el balance entre una interpretación de enfoque moderno y el romanticismo esencial de rigor.
Con Las alegres travesuras de Till Eulenspiegel cada instrumentista supo aprovechar al máximo su momento gracias al infalible sentido del humor y mueca pícaramente dibujada por Richard Strauss describiendo al legendario personaje medieval. El director se unió al disparatado desfile de escenas con elegancia y claro estilo vienés cada tanto apropiadamente interrumpido por la incontenible impulsividad bávara, marca de fábrica del compositor.
En parecido marco cromático, la segunda mitad del programa se inició con el estreno mundial de Fanfare for Uhrovec de Stephen Koncz, compositor hermano del director, que lideró esta breve fanfarria sobre temas folklóricos centroeuropeos (Uhrovec es el pueblo donde fue descubierta la recopilación de melodías en los que está basada). Se trata de una fanfarria “a la manera americana” como festivo homenaje que si bien intrascendente tuvo suficientes bríos para pintar la alegría de la celebración en curso. Misión cumplida.
La Tercera Sinfonía de Brahms dió la oportunidad al director austríaco de mostrar su enfoque de raigambre de cámara, alejado de la solemnidad y severidad habitual, mas acorde con el famoso “motto» del primer movimiento atribuído al compositor: “Frei aber Froh” – libre pero alegre – con el que impregnó su interpretación, enfatizando la delicadeza y nostálgico lirismo renano, obvio “souvenir» de su contemporáneo Schumann. Favoreciendo texturas transparentes aunque secas, en instancias historicistas, Koncz pareció ser uno mas, sin alharacas, simplemente guiando a sus colegas. El justamente célebre tercer movimiento reflejó el contenido enfoque del director plasmándolo desde la serena reflexión para regresar vivaz a la palpitante conclusión que brinda el cuarto movimiento. Como apropiado bis, director y orquesta ofrecieron el Brahms efusivo de la Danza Húngara No.10.
Broche de oro y sorpresa de apertura de temporada fue el anuncio hecho en el intervalo por Alberto Ibargüen, presidente de la Knight Foundation que aportará $10.000.000 a la NWS para emprendimientos digitales que combinen música clásica con tecnología de avanzada. El anuncio contó con un ovacionado y entusiasta Michael Tilson Thomas en escena – recuérdese que ha mermado su actividad mientras se recupera del cáncer de cerebro que motivó su alejamiento como director artístico de la entidad – quien ve su sueño realizarse una vez mas. A la espera de Stephan Deneve, su próximo director musical, con buenos augurios y grandes expectativas la NWS inicia una nueva etapa de su brillante derrotero. Enhorabuena.
