Reginald Mobley: «Porque» debe saberse

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Porque Because, valga el juego de palabras, es un hito en la carrera de Reginald “Reggie” Mobley ya es motivo suficiente para testimoniarlo y testimoniar, valga la redundancia, el reconocimiento que el contratenor floridano viene cosechando después de largos años de infatigable trabajo. Suerte de “local hero” en nuestro medio gracias a sus espléndidas actuaciones en varias temporadas del grupo coral Seraphic Fire, “Reggie” ha sido recibido en el escenario europeo como la apreciación que merece. En el Reino Unido, Alemania, Francia y Holanda que llegan en sucesión después de Boston, Seattle, Washington y Atlanta por citar sólo algunas ciudades americanas. Sea en Londres junto al eminente John Eliot Gardiner o en Paris donde graba este ansiado recital como solista absoluto acompañado por el  compositor Baptiste Trotignon, un pianista imaginativo y rotundo también a cargo de solos de jazz que actúan como oasis y descanso cuando no pregunta a la respuesta en Why?. En el texto de Paul Laurence Dunbar musicalizado por Florence Price (1887-1953), el cantante responde con la elocuencia de un Because que es simple, poderoso testimonio de siglos de lucha y dolor siempre sublimados con elegancia y dignidad ejemplar.

Because es un álbum que refleja a Reggie, es su espejo, allí vuelca sus inquietudes, exploraciones, rebeliones, causas, luchas y panaceas, de allí su importancia. Es un compendio musical realizado con la delicadeza de un orfebre, plasmando un repertorio que conjuga varias facetas y aristas para trazar un viaje que redime a la música. Desde el spiritual al gospel y la canción de cámara a la popular, Mobley inviste cada canción con la pureza y ternura de una voz única, dulce y cristalina. Si las intervenciones del pianista transforman el recital en un torneo musical entre ambos protagonistas, son los solos a capella de Mobley los que dejan una impronta imborrable en la memoria tal el caso de Were You There al igual que Steal Away en hipnótico arreglo de Patrick Quigley, donde el piano es apenas sutil soporte.

Dos más de la recientemente revalorizada Florence Price desfilan tan impecables como sentidas Resignation y Sunset y un grupo de spirituals recopilados por los esenciales hermanos John Rosamond Johnson (1873-1954) y James Weldon Johnson (1871-1938) responsables en gran medida en haber dejado constancia de un género único que de otro modo pudo haberse desvanecido. Ambos pertenecientes a la Harlem Renaissance, el primero autor del célebre himno Lift Every Voice and Sing que aunque quizás pudo resultar demasiado obvio no deja de extrañarse en este recital. Asimismo Jean de Harry Thacker Burleigh(1866-1949) es un delicioso vals desvaído que combina la influencia europea del salón con raíces vernáculas y desde ya, un bis perfecto para incluir en recitales.

Así el niño de Gainesville, del sur profundo americano que supo ganar merecida fama en Bach, Handel y otras lides barrocas, deja su marca indeleble con música, su música, nacida de la esclavitud, música que no sólo la cuenta y la retrata, sino que como fuerza de cambio imparable, la canta y la lleva a la ansiada liberación. 

* BECAUSE, MOBLEY, TROTIGNON, ALPHA936