Esperanza en la tormenta en el Arsht Center

Joshua Bell and Miami City Ballet - Photo by Daniel Azoulay 3

foto daniel azoulay

La primera semana de marzo, inundada de malas noticias, tuvo el viernes 4 un esperanzador descanso en el Adrienne Arsht Center de Miami gracias a un concierto que uniendo varias disciplinas mostró alto nivel artístico y una iniciativa en ciernes para el futuro musical de la ciudad que emerge lentamente de dos años de pandemia. La conjunción del famoso violinista Joshua Bell como solista también en calidad de director de “su” orquesta, la venerable Academy of St Martin in the Fields londinense con el Miami City Ballet y la Miami Chamber Music Society dieron lugar a una velada generosa en extensión que contó con una sala practicamente colmada evidenciando un amplísimo espectro de público.

La participación de dos solistas del MCB, Taylor Naturkas y Andrei Chagas estrenaron “Daybreak”  dueto del coreógrafo escandinavo Pontus Lidberg sobre el célebre Adagio para cuerdas de Samuel Barber inició la noche con un toque diferente y sutil. La excelencia de los bailarines fue enmarcada por las tradicionalmente espléndidas cuerdas de la Academy, una entrega sobria y cálida de la obra mas conocida del compositor; evocativa y bucólica, ideal antesala del Primer Trio en Re menor de Felix Mendelssohn que contó con tres músicos de primerísimo orden.

Una de las cumbres de la música de cámara, admirado por grandes compositores y felizmente popular; este trío requiere piano, violín y cello de nivel superlativo, condición reunida en el escenario del Arsht. Tan magistral como Bell fueron Zlatomir Fung en cello y Marina Radiushina al piano; de hecho, los tres se sacaron chispas. La claridad proverbial de Radiushina y la sensualidad sonora de Fong fueron empinados rivales para el eximio violinista resultando en la imprescindible reunión de amigos haciendo, disfrutando y compartiendo música “pequeña” pero indiscutiblemente “grande”.

Joshua Bell and Larisa Martínez - Photo by Daniel Azoulay 2

foto daniel azoulay

La segunda mitad del concierto trajo el debut de Larisa Martínez con la Academy en tres composiciones de corte diverso que merecieron ser apreciadas en la voz de la bella soprano portorriqueña que mostró agilidad y frescura tímbrica. Originalmente compuesta para voz y violín, el aria Ah ritorna età dell’oro de la ópera Infelice de Mendelssohn, fue ideal vehículo de lucimiento para el violinista y su flamante esposa en la vida real. La segunda bienvenida rareza fue Jours de mon enfance de Le Pre-aux-clercs (1832) de Ferdinand Hérold, dulce evocación de la niñez sembrada de pirotecnias vocales que Martínez entregó con precisión. Con la Cantilena de la Quinta Bachiana Brasileira de Villalobos, rodeada por los cellos de la Academy, la joven soprano redondeó una actuación de kilates.

El concierto no sólo empezó sino que también concluyó con Barber y su arrobador lirismo. Bell eligió el Concierto para violín, uno de sus «caballitos de batalla», que domina como pocos o ninguno, secundado al pie de la letra por la Academy en su melancólico resplandor. Los dos movimientos, tan asfixiantes como a la vez balsámicos en su romanticismo literalmente emergido de un largometraje de la época en que fue compuesto (1939), contrastó con el complejo, vertiginoso final que exije un virtuosismo impecable al que Bell hizo honor.

Vale destacar que esta velada marcó la culminación de una semana de talleres musicales que el violinista y miembros de la orquesta desarrollaron en diferentes organizaciones de la ciudad a partir de una propuesta de la Miami Chamber Music Society en colaboración con el Adrienne Arsht Center. Desde la New World Symphony al Miami Music Project pasando por la Escuela de música Frost de la Universidad de Miami y la Greater Miami Youth Orchestra se llevaron a cabo clases magistrales y seminarios a todos los niveles de educación musical con la esperanza de establecer una residencia anual de la entidad en Miami. En entrevistas Joshua Bell expresó que “trabajo desde los catorce años; antes era el mas joven entre veteranos y ahora me sucede lo opuesto, soy el mayor entre los jóvenes, La circunstancia me impulsa a brindar mi experiencia a la generación joven. En cuanto a Miami, es un momento para esta metrópolis que carece de una orquesta profesional como debería. Si la ciudad tiene los Miami Dolphins por qué no apostar a tener su equivalente musical?. Por eso, deseo fervientemente que esta semana de prueba y realización tan exitosa encienda la iniciativa y apoyo de la gente que pueda sostener un proyecto tan ambicioso”. 

Información: www.mainlymozart.com/mcms

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