Irresistible «Menlomanía»

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Wu Han y David Finckel / Music@Menlo

Debo admitir que cuando David Finckel me convocó en calidad de “2013 Visual Artist” del  Festival de Menlo, no sabía bien ni de qué se trataba, ni a qué debía atenerme.  Confiando en el buen criterio del celebrado violonchelista que acaba de dejar su puesto en el Emerson String Quartet acepté su invitación. Al preguntarle sobre Music@Menlo – festival que dirige con su mujer, la pianista Wu Han– se limitó a contestar “Es el cielo”.

Tenía razón. Y es la razón de esta merecida crónica que, obviamente, saluda a título personal un emprendimiento modelo que debería germinar no sólo como lo ha hecho en Menlo Park, ideal rincón del Silicon Valley, sino donde y cuando se pueda.

Feliz reunión que debería llamarse «Wu Han-David Finckel & Friends» lleva en cambio por nombre Music@Menlo, exacto vocablo que une logo, motivo y destino y que es creación y niño mimado del dúo que también dirige la Chamber Music Society of Lincoln Center – además de su agenda como solistas, cátedras en Juilliard, Aspen Music Festival, etc- y donde despliegan una energía apabullante traducida en una organización que funciona con suprema eficiencia.

Festival que crece sin pausa desde que sus comienzos hace once años con un concierto piloto, Music@Menlo hoy abarca cuatro semanas del verano califoniano con decenas de conciertos por solistas de prestigio internacional al que se integran instrumentistas jóvenes que hacen sus primeras armas, clases magistrales, programas de apreciación musical, artes visuales y un sinfín de actividades que cuentan con un público fiel que aumenta proporcionalmente en número y asiduidad. Vale destacar su audiencia entusiasta y respetuosa que no necesita el aviso de apagar celulares, ni se tienta con la hoy endémica ovación de pie por todo; un bienvenido silencio que posibilita la grabación y posterior edición del festival en cd.

Es su sede principal el Stent-Hall, otrora magnífico salón de baile de la mansión Douglass, con capacidad para doscientos espectadores.  En la residencia se alojan escuela, instituto y festival que ya se extiende hasta el vecino Center of Performing Arts at Menlo-Atherton para conciertos que requieren mayor capacidad. Otras instalaciones se usan a medida que el festival continúa creciendo a un ritmo tan reconfortante como la atmósfera informal que campea a toda hora y lugar. En cada renglón se evidencia falta de divismo y mesura ejemplar. Aquí la  música es la única protagonista, se respira música.

Afortunadamente, esa música supera con creces lo anecdótico e informativo de los párrafos anteriores. Cada año rige un tema y la edición 2013 es “Desde y hacia Bach”. Bach como esencia, como árbol que expande sus ramas, como el arroyo que significa en alemán, como padre inspirador de una prole musical que llega hasta nuestros días.  Por eso cada concierto comienza con un Bach signando el evento. Las primeras cuatro veladas así lo hicieron desplegando programación original y cautivante que no deja cabos sueltos, incluso hasta en las impecables notas del programa.

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Han + Kalish + Froh + Rosenbaum / Tristan Cook

El venerable Ara Guzelimian dió el puntapié inicial con «En el principio fue Bach», un fascinante periplo comparativo con David Finckel ilustrando los solos musicales. Luego, «Piano/Piano», el primer concierto oficial con una impresionante reunión en escena y un programa acorde. La explosiva lectura del Concierto para dos pianos en Do Mayor de Bach por  Derek Han, Gloria Chien, Soovim Kim, Arnaud Sussmann, Sean Lee, Kristin Lee, Kevin Rivard, David Finckel y Laurence Lesser sentó la tónica de una noche memorable cuyo único remanso fue el Gran Rondó para piano a cuatro manos de Schubert (excelentes Derek Han y Hyehyeon Park) y el delicioso Andante y Variaciones para dos pianos, dos cellos y corno de Schumann. Remató la velada una interpretación excepcional de la feroz Sonata para dos pianos y percusión de Bartók con una Wu Han literalmente poseída a la que se equiparó el notable Gilbert Kalish y los percusionistas Christopher Froh e Ian Rosenbaum.

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Kataoka + Froh + Rosenbaum / Tristan Cook

La noche siguiente, Ayano Kataoka se sumó a Froh y Rosenbaum para un concierto de percusión que deslumbró a una audiencia cuya curiosidad fue premiada, quedando estupefacta, iniciada, adicta. Un Bach inesperado abrió el fuego en trascripción para marimba de la tercera partita para violín firmada e interpretada por Kataoka seguida por dos selecciones del Book of Grooves del argentino Alejandro Viñao. El mosaico sonoro terminó de armarse con humor, virtuosismo, introspección y certero efecto. Si RailRoad Drama de Mauricio Kagel y la adorable Table Music de Thierry de Mey aportaron sonrisas, el asombro llegó con Piece for Tape de Colin Nancarrow trascripta por Dominic Murcott, Trio per uno de Nebojsa Zivkovic, Rain Tree de Takemitsu y los hoy ya clásicos In a Landscape de John Cage y Drumming de Steven Reich que acabó de conquistar (mejor dicho, convertir), al público. La diminuta Kataoka es una fuerza de la naturaleza que parece multiplicarse en escena, no le van a la zaga Rosenbaum y Froh.

El fin de semana culminó con el esperado debut en la costa oeste del Danish String Quartet, un grupo que está dando que hablar en el mundo entero. Insolentemente jóvenes, comandan un repertorio mayor donde exhiben madurez y profundidad excepcionales. Dos arreglos de Mozart de fugas de Bach de El clave bien temperado fueron el perfecto aperitivo para otra noche inolvidable. El Opus 76 – «Die Quinten» – de Haydn fue vertido con precisión y simpleza clásica, donde transparencia y tersura deleitaron en el famoso minué de las brujas. Para el Quinteto para Piano Op. 57 de Shostakovich se sumó Gilbert Kalish. Los cinco plasmaron esta doliente, indignada, impotente pieza de guerra como un solo hombre, con un virtuosismo palpable que no opacó la mueca burlona de rigor. Aún hubo más, la segunda parte logró superar a la primera con un Op. 132 de Beethoven paradigmático. Los daneses supieron conjurar con naturalidad envidiable, la esencia beethoveniana que es la de la música misma. Del ascetismo absoluto a la iridiscencia sublime, en el adagio Heiliger Danksgesang revelaron al Beethoven más íntimo con solemnidad y dulzura estremecedoras. Un debut importante, no hay otra palabra, de cuatro músicos que vibran al unísono con una curiosa mezcla de seriedad y desparpajo, ubicándose sin pretensiones ni acrobacias en un equilibrio justo. Para no perder de vista.

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Danish String Quartet / foto Tristan Cook

Estos tres eventos principales del primer fin de semana fueron acompañados con otros no menos significativos. El virtuoso Soovin Kim protagonizó el desafío de trazar la evolución del violín desde Bach a Jörg Widmann pasando por Biber, Telemann, Paganini, Ernst, Ysaÿe, Bartók, Harbison y Salonen en un maratónico recital de casi cuatro horas. Por su parte, el Tallis String Quartet y el grupo del programa internacional de artistas jóvenes presentó pulidas lecturas del opus 51 de Brahms, del Cuarteto para Piano K.493 de Mozart y del bellísimo Quinteto para Piano Opus 81 de Dvórak con la actuación de Shir Shemme, Francesca de Pasquale, Alexi Kenney, Young Shin y el noble sonido del cellista Dimitri Atapine.

La experiencia genuina que a todo nivel implica Music@Menlo, está avalada por la inagotable energía del equipo que lideran Wu Han y David Finckel, dilecto discípulo del gran Rostropovich cuya desbordante humanidad parecería evocarse a cada paso. Asistir al jugoso intercambio de ideas entre artistas como Jorja Fleezanis y Laurence Lesser a ensayo abierto, ver el cambio de guardia de la tradicional partitura por ipads o disfrutar de un improvisado partido de ping-pong (cuando no, frisbee al sol) entre solistas y estudiantes no son meras anécdotas de este laboratorio musical, sino la instauración de un estilo de vida digno de imitarse. 

Definitivamente, no es casualidad que en el salón del Victoria Manor, donde dice la leyenda Leon Douglass llamó a su invención “Victrola” , en homenaje a su mujer Victoria, esa pasión por la música conocida como “melomanía” se haya metamorfoseado en sana, vital e irresistible “menlomanía”

http://www.musicatmenlo.org/