Andri Björn Róbertsson, tres veces hielo y fuego

5400439007871

Decir Islandia es, por mas que resulte un lugar común, aludir a fuego y hielo pero, cuando se trata de una voz la definición adquiere especial significado. Porque asi es la tersa y poderosa voz del bajo barítono Andri Björn Róbertsson, de noble y genuina oscura madera, capaz de encenderse fervorosa o aquietarse helada no sólo con la palabra justa, sino también con el valor de la pausa y el silencio que la acompaña. En este notable debut discográfico el joven islandés trae además de soberbios Schumann, un descubrimiento, al menos para quien escribe, con siete canciones de su compatriota Árni Thorsteinson (1870-1962).

Acompañado por la excelente pianista Ástríður Alda Sigurðardóttir, brinda lecturas impecables de los dos Liederkreis de Schumann, tanto Heine como von Eichendorff. El Opus 24 abre el recital con una lectura urgente y detallada, el Opus 39 lo cierra con una exquisita, personalísima versión que prueba cuantos rincones quedan por iluminar de este Schumann maravilloso del año 1840. Dos versiones de altísimo nivel con una voz que navega confiada atenta a todo matiz, medios generosos y superlativa naturalidad a las que suma una bienvenida sorpresa de su tierra.

Poco y nada del mundo musical islandés llega hasta nosotros asi como de los compositores como, por nombrar algunos, Sveinbjörn Sveinbjörnsson (1847-1927), Bjarni Þorsteinsson (1861-1938), Sigvaldi Kaldalóns (1881-1946), Jón Leifs (1899-1968) y Atli Heimir Sveinsson (1938-2019). Lo cierto es que el grupo de canciones de Árni Thorsteinson abordado por Robertsson conmueven, encantan, sorprender y deslumbran por su calidad musical, el críptico idioma – lógicamente – viene después al seguir el texto adjunto para gustar aún mas. Seis de las siete provienen de las “Doce canciones con piano” de 1907 y la séptima de 1922. Unas rinden homenaje a las tradiciones islandesas, al folklore y los elfos, otras a reverenciar y temer la naturaleza tan fuerte en esos lares y la cercanía de la muerte y la paz. Educado en Copenhague y autodidacta musical, sobrino de un célebre poeta, Thorsteinson fue compositor, barítono muy apreciado y asimismo valorado critico musical. Si sus canciones llegan medio siglo después de las de Schumann – y recién ahora hasta nosotros – la inclusión en el medio del programa son puente ideal entre los dos ciclos del alemán. De inspiración brahmsiana, derivan del mas arraigado espíritu romántico del siglo XIX, cada una es una pequeña joya, conforman un ciclo en si mismo. Imperdibles.

Tres círculos engarzados magníficamente por la interpretación de un ascendente barítono – residente en Inglaterra y habitual de las óperas de Zurich, Hamburg, Francia y Reykjavik – que deja una impronta indeleble y al que debe agradecérsele incorporar al repertorio un coterráneo para incluir sin dudas. Ojalá esta exploración al repertorio islandés no termine aquí y éste sea un primer paso. Hielo y fuego, luces y sombras unidos para celebrar música que, literalmente, fascina. Una auspiciosa revelación, otra mas de un año musicalmente rico en novedades y exhumaciones. 

*Thorsteinson & Schumann; Róbertsson, Sigurðardóttir, FUGA LIBERA, FUG787