«Nic» McGegan o la feliz práctica de ser inimitable

Nic McGegan – foto de Randy Beach

Torrencial y vertiginoso, entrevistar a Nicholas McGegan es como inscribirse en un curso acelerado en desacartonamiento y disfrute porque el gran director inglés definitivamente encarna la alegría de hacer bien la buena música(*).

Uno de los decanos del movimiento de práctica informada, su conocimiento es enciclopédico y tan asimilado que, tal como debe ser, bien podría pasar inadvertido. En este músico total, todo fluye naturalmente, no conoce pretensión ni poses; parece hijo, nieto o pariente cercano del compositor que se le nombre, son parte de su familia.

Compartir unos minutos con este artista efervescente despierta la sospecha de que, aunque haga lo posible por disimularlo, no se trata de un simple mortal. Con esa misma chispa que lo ilumina contagia las ganas de empaparse con música como la que en este caso y para la New World Symphony será la de Haydn y Mozart, dos de sus ídolos máximos.

Esta es su sexta visita a la New World Symphony

Y tengo inmensa curiosidad y entusiasmo. La última vez tuve que usar un casco para ver el edificio en construcción y ahora debutaré en el nuevo teatro y… sin casco!. Se que es un recinto intimo y como haremos los clásicos Mozart y Haydn será absolutamente ideal.

¿Arma sus programas?

En ciertos casos. En éste fue un trabajo conjunto con la NWS. Será un concierto sobre el clasicismo con una cantante solista, y me encanta porque mi gran amiga Cyndia Sieden cantará arias y adelanto, muy entre nosotros, que si hay un bis se rumorea que quizás sea un aria de la Reina de la noche (La Flauta Mágica) papel donde «reina» como pocas. Cyndia cantará las arias que Mozart le compuso a su cuñada, Aloysia Weber, el No, no che non sei capace y el célebre Vorrei spiegarvi… añadí el Exultate jubilate, pieza difícil y famosa compuesta para el castrato Venanzio Rauzzini. El concierto se completa con dos sinfonías de Haydn, la temprana 30 (Alleluia) y la tardía 103 londinense, Redoble de timbal, una de mis favoritas.

Se especializa en práctica informada pero los integrantes de la NWS no tocan instrumentos originales

No, pero estarán sentados como en la orquesta de entonces y con el nuevo hall lograremos un sonido semejante al del siglo XVIII, trataremos de no usar mucho vibrato. Ellos no son novatos en el asunto y será fácil lograr el sonido que quiero. Los violines, por ejemplo, han estudiado violín barroco versus violín moderno, no les será extraño o ajeno en absoluto.

Como pionero de la práctica informada, cuales son las ventajas de tocar como entonces?

No se si soy un pionero, trato desde hace cuarenta años. La ventaja es que cuando mas conocimiento se adquiere mejor es el juicio musical. Siempre trato de averiguar cómo cada música era interpretada en su época pero, que conste que la interpreto para una audiencia moderna. No tengo intención de recrear una pieza de museo. Se trata de que el conocimiento adquirido ayude a que la interpretación esté mas cercana al original y que por ende, sirva mejor a la intención del compositor.

¿Cómo se dirige música antigua para oídos modernos?

Primero reflexiono sobre qué quiero y cómo lo quiero. En el momento de dirigir, brindo toda mi pasión a la audiencia. No quiero que salgan del teatro diciendo “fue muy correcto estilísticamente” sino que impere el “factor WOW!”. Si no hay emoción, todo está perdido.

Se tiende a creer que Mozart es divertido y Papa Haydn aburrido

Es un concepto de antaño. Ambos son de los mas divertidos que jamás hubo. Haydn fue además muy buena persona. Mozart fue mas complicado y gustaba de los músicos competentes, si no era muy difícil. Y lo mejor es que ambos se adoraban, se respetaban, aprendían uno del otro. Para mi representan música inmejorable. Un concierto con los dos es como un paseo por el cielo.

¿Si debiera elegir una obra de cada uno para llevarse a una isla desierta?

Qué difícil!. Seguramente Las bodas de Fígaro, es mi favorita de favoritas y en cuanto a Haydn sería casi imposible elegir una. Quizás cualquiera de las ultimas sinfonías, podría ser la 103 que tocaremos, revela un artista en su cenit con absoluto dominio de su talento y profesión, un control y resolución tan extraordinarios que resulta en una composición perfecta.

¿Le hubiese gustado cenar con?

Con Haydn y también con Mendelssohn, con los dos, Félix y Fanny. Acabo de regresar de Leipzig donde visité su casa. Tenía una vajilla y cubiertos magníficos, me hubiese encantado ser uno de sus invitados.

Buena gente por lo que veo…

Claro!.. porque Handel hubiera tratado de comerse mi comida, Wagner sólo hubiese hablado de sí mismo y supongo que Mozart estaría ocupado tirándole bolitas de pan a las muchachas bonitas, aunque francamente no me lo hubiese querido perder. Pensándolo bien, el pobre Beethoven no debió haber sido un gran compañero de mesa pero cómo me hubiera gustado conversar con Schubert en Viena, café y torta de por medio!

¿Y  cuándo le hubiese gustado ser una mosca en la pared?

¡En tantas! En una función de una ópera de Handel o en un ensayo de Las bodas de Fígaro, casualmente estoy leyendo las memorias del irlandés Michael Kelly, el primer Don Basilio y Curzio, donde cuenta los ensayos con Mozart y la orquesta aplaudiéndolo a rabiar después del primer Non piu andrai, qué emoción, verdad?

¿La máxima personalidad musical que conoció?

Definitivamente Benjamin Britten. Trabajé con él en su orquesta como flautista. Ya estamos al borde del centenario de su nacimiento, a celebrar!

Hablando de artistas, su versión de Les Nuits d’Eté con Lorraine Hunt Lieberson es uno de sus muchos trabajos antológicos con ella. 

Lorraine fue una de las grandes cantantes del siglo y haber trabajado tanto con ella un gozo y privilegio celestial. Duele más aún pensar que hoy todavía estaría en plenitud vocal. Era tan divertida, tan profesional, nada mas alejado que ella de una “diva con tiara”.

Berlioz, Strauss, Brahms ¿también desde la práctica informada?

No exactamente aunque dirijo mucho ese repertorio. Con mi orquesta (Philharmonia Baroque Orchestra) acabo de grabar las Serenatas de Brahms y a la manera de la época, con los contrabajos atrás en una plataforma a los lados de la percusión, tocando con grandes portamenti y “cambiando tempos todo el tiempo”. El turno próximo le toca a Rossini.

¿Cómo ve este momento de la música clásica?

Se predice su fin y su muerte y yo la veo mas viva que nunca. Con toda la tecnología disponible puede alcanzar mas gente de la que jamás se pudo imaginar y a menor costo. Puedo estar en California y ver los PROMS londinenses o en Brasil y ver las funciones del MET. Si, la gente no compra tantos cds porque la cosa cambió de manos pero los halls están repletos, vengo de Alemania donde parecen explotar con gente joven. Hoy muchos jóvenes van a la ópera porque les da un toque sofisticado, llevar tu chica o tu chica a la opera queda requetebién y qué bueno que así sea. En Los Angeles desde la inauguración del Walt Disney Hall la edad del público bajó muchísimo, simplemente porque se puso de moda y eso también está bien. Quieren compartir esa experiencia, en un edificio nuevo, que los desafía.

¿Cual es su punto de vista respecto al aplauso?

Digamos que si vas a ser “históricamente informado” aplaudes cuando te de la gana. Mozart pretendía que el público aplaudiera incluso durante la música, algo excesivo quizás pero por ejemplo, no tengo ninguna objeción con aplausos después de cada movimiento de una sinfonía del siglo XVIII. De hecho, Beethoven esperaba el aplauso porque a veces se repetía el movimiento como bis, el segundo de la séptima fue bisado durante el estreno. Desde la mitad del siglo XIX es cuando se empezó a no aplaudir después de cada movimiento y sólo al final, fue cuando los auditorios pasaron a ser “templos de música” y dejaron de parecerse a los actuales conciertos de rock. No tengo problemas y a los que piensan que es una costumbre “provincial” lo lamento, si te gusta por que no vas a aplaudir? Si es la regla en ópera después de cada aria por que no en otras disciplinas?. Por otra parte, entiendo quienes alegan que rompe la atmósfera creada pero incluso audiencias sofisticadas no pueden contenerse al final del primer movimiento del concierto Emperador, como para no!

 ¿Y erradicar la intromisión de teléfonos celulares en un concierto?

Facilísimo pero de aquí a que alguien lo haga…. con un escudo electrónico que los bloquee. En Japón se está usando según me han dicho. Quizás aquí prevalezca la idea de “mi libertad esta comprometida por no recibir un llamado” así que puede que no suceda nunca…

¿Cómo maneja el exceso de información que nos rodea?

Como vivo en una maleta, el Internet es fantástico, me permite trabajar donde esté. Por ejemplo, la semana pasada enseñé en Yale y necesitaba un dato muy preciso y rarísimo. Lo encontré en Internet sin necesidad de ir a una biblioteca pública o esperar regresar a casa donde lo tenía. Para mí es una bendición, es verdad que se puede perder mucho tiempo y energía en el Internet pero… eso es algo que se puede hacer también sin Internet

☀ NICHOLAS MCGEGAN – CLASSICAL STYLE – NEW WORLD SYMPHONY – OCTUBRE 27 y 28

Para mas información y tickets

Nic McGegan – foto de Randy Beach

(*) Versión condensada aparecida en El Nuevo Herald-Miami Herald el domingo 21 de octubre de 2012)